Isvan solía tomar cada día el mismo camino, el cual era entrar por la puerta sureste y salir por la norte, pero desde hace dos semanas que ya no era así debido que ahora no hacía el camino solo ya que conoció a María Jesús Sarat. Al igual que él también trabajaba para Más Vida, solo que ella estaba en la parte de investigación de tecnología, y debido al régimen de trabajo que tenían casi no podían tener vida social con gente que no fuese de su área de trabajo, salvo en momentos como los que estaba compartiendo con él.
Sin darse cuenta, tanto Isvan como María Jesús cada día salían un poco más temprano y de esa forma podían pasar más tiempo juntos, por lo que el camino desde los departamentos a las instalaciones de Más Vida, que no tomaba más de 10 minutos en metro, al hacerlo a pie tardaban poco más de una hora, debido que desde que se juntaban afuera del edificio conversaban de todo tipo de cosas, ya que sabían que una vez que llegaran a trabajar no se verían hasta el día siguiente.
Sin darse cuenta, tanto Isvan como María Jesús cada día salían un poco más temprano y de esa forma podían pasar más tiempo juntos, por lo que el camino desde los departamentos a las instalaciones de Más Vida, que no tomaba más de 10 minutos en metro, al hacerlo a pie tardaban poco más de una hora, debido que desde que se juntaban afuera del edificio conversaban de todo tipo de cosas, ya que sabían que una vez que llegaran a trabajar no se verían hasta el día siguiente.
Extrañamente, como si hoy fuese más especial que otros días, tanto Isvan como María Jesús salieron particularmente temprano, como si supiesen que algo pasaría en el transcurso del día, por lo que necesitaban verse y hablarse lo más posible. Ambos entraban a las 8:30 am a trabajar, por lo que esa mañana se juntaron en las escaleras del edificio a las 7:15 am. Ella llegó un poco después que él, por lo que pudo fumarse un cigarrillo tranquilamente sentando mientras miraba a los autos pasar. Cuando sintió que se abría la puerta, se apresuro a apagarlo y así poder saludarla.
-¿Cómo estás? –dijo ella rompiendo el silencio que se había producido después de que se saludaron.
-Bien… Algo ansioso por lo de hoy, ¿y tú? –Sacó otro cigarrillo y lo prendió mientras la miraba.
-Yo también estoy bien, aunque un poco cansada, no pude dormir mucho.
-¿Me convidarías un cigarrillo?
-No sabía que fumaras… -dijo con asombro mientras le extendía la cajetilla de John Player Special.
-No lo hacía desde hace 2 años.
María Jesús tomó un cigarrillo de la cajetilla y lo encendió usando el Zippo de Isvan. Al principio se atoró un poco debido al humo, pero rápidamente comenzó a disfrutarlo. Ambos comenzaron a caminar lentamente por la vereda sin decir ni una palabras, simplemente los dos fumaban su cigarrillo. Cuando estuvieron frente a la entrada del parque ella se detuvo y apagó lo que le quedaba de su cigarro.
-¿Hagamos el camino largo esta vez?
-Está bien, me tiene un poco aburrido hacer siempre el mismo trayecto. ¿Por dónde nos vamos?
-¿Te parece si bordeamos el parque por afuera? Tengo ganas de ver a los gemelos.
Sin decir otra palabra ambos comenzaron a caminar bordeando el lado Este del parque. Esta vez no hubo silencio ya que Isvan empezó a platicar sobre lo que les esperaba el día de hoy, con la intención de que ella le contara alguna primicia, ya que después de todo María Jesús estaba directamente relacionada al proyecto que sería revelado ese día. Mientras él hacía todo tipo de preguntas, ella contestaba todo aquello que no revelase información y cuando las preguntas ya eran muy específicas le respondía que lo sentía, pero que por ahora no le podía contar.
Para poder llegar a Más Vida debían caminar varias cuadras, ya que el edificio estaba al frente del lado noreste del parque. Por el lado Este, cruzando la calle, estaban dos edificios importantes. El primero, de sur a norte, era el del “Museo Nacional de Historia”, mientras que el segundo era la “Biblioteca Nacional”, la cual era mundialmente reconocida debido a que se le consideraba la segunda más completa del mundo. Ambos edificios fueron construidos paralelamente por el mismo arquitecto, por lo que compartían características y fachadas muy similares, y debido a eso eran conocidos como “los gemelos”.
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