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jueves, 26 de abril de 2007

Capítulo 1-4: Futuro Brillante

María Jesús Sarat era morena, de pelo largo y liso que casi le llegaba a la cintura, que usuálmente llevaba en forma suelta sobre la espalda. Sus ojos verdes le daban una calidez a su mirada que contrastaba con el negro de su cabello, el cual le brindaba un tono de mujer fría y calculadora. Su boca tenía labios finos y delicados que sin necesidad de lápiz labial mantenían un color rosado muy seductor.

Era una mujer que destacaba sobre las demás. Desde chica siempre fue la más alta de sus amigas y entre las más atractivas. A los dieciséis años ya alcanzaba el metro ochenta de estatura. Su cuerpo atlético y delgado se debía a que siempre había sido dedicada al deporte, lo que había permitido que se consagrara campeona interescolar de atletismo, lo cual la llevaría a participar en ese deporte en la universidad, logrando sendos trofeos. Todo este ejercicio le había entregado unas piernas largas y fuertes, pero que no le habían quitado la sensualidad femenina, ya que ella siempre se cuido de mantenerse muy femenina.

A pesar de ser muy dedicada al deporte, jamás descuidó sus estudios ya que al tener que vivir con sus abuelos desde los diez años, debido a que un accidente automovilístico mató a sus padres, fueron ellos quienes asumieron los gastos de su educación. Esto le remarcó profundamente lo que significaba ser responsable, por lo que siempre procuró estar entre los tres primeros alumnos en lo que a notas se refería.

Su pasión en los estudios siempre fueron las matemáticas y la computación, que la llevaron a estudiar, en la universidad, Ingeniería Civil Industrial, para luego especializarla en Informática. Desde el primer año sus capacidades se hicieron notar, ya que era la más buscada por sus compañeros a la hora de hacer trabajos en grupos, esto debido a sus dotes de liderazgo y gran inteligencia. Rápidamente se convirtió en la favorita de varios profesores, lo cual le trajo grandes beneficios, siendo el más importante que en tercer año era ayudante en tres asignaturas.

Sus estudios terminaron de forma brillante, recibiendo una distinción por parte del staff docente de la universidad. Pero su sed de conocimientos no se había saciado, es por ello que cursó un postítulo en Gestión Informática, el cual duró un año. Con la edad de veinticuatro años, un título universitario y un postítulo, se encontraba preparada para iniciarse en el mundo laboral, pero una oferta por parte de un profesor para que lo remplazase impartiendo la cátedra de Tecnología de Hardware, le hizo volver a la universidad, pero esta vez no como alumna, sino como una más del cuerpo docente.

Lo que en un principio iba a ser un simple reemplazo por un par de meses, se alargó de tal forma que María Jesús llevaba casi dos años impartiendo la cátedra, debido a que el profesor al que debía reemplazar comenzó a trabajar en una gran corporación, que más tarde sería conocida como “Más Vida”.

Un día del mes de noviembre mientras impartía su clase, fue interrumpida por Ignacio Méndez, que no era otro que su antiguo profesor de Tecnología de Hardware, para charlar sobre su experiencia como docente y sobre una propuesta laboral que quería hacerle. María Jesús muy respetuosamente le pidió que aguardase hasta que terminase la clase. Una vez terminada, ambos se juntaron en la oficina de ella para discutir la oferta que traía su antiguo profesor.

-¿Cómo te ha tratado la universidad durante este tiempo? –preguntó el ex profesor.
-Muy bien. Estos dos años han sido increíbles.
-Cuanto me alegro. ¿Cuáles son tus planes para el año que viene?
-Aún no lo se, quizás siga haciendo clases, aunque tengo ganas de trabajar.
-Precisamente de eso venía a hablarte. Te tengo una oferta de trabajo muy interesante.
-Soy toda oídos.

Al ver la buena disposición que tenía María Jesús, Ignacio fue directo al grano y le explicó que la compañía para la cual trabaja él, estaba buscando jóvenes talentos de todas las universidades para incorporarlos al último proyecto que estaba en carpeta, el cual prometía revolucionar al mundo. Y que en su búsqueda no puedo pensar en nadie mejor que ella, ya que contaba con credenciales más que suficientes.

-Ya veo. Suena muy interesante.
-Y de verdad lo es, además que Más Vida te entregaría un departamento muy cerca de las instalaciones.
-¿Qué hay del sueldo? ¿Podré seguir haciendo clases?
-El sueldo lo verías directamente con ellos, pero yo te aseguro que es más que generoso. En cuanto a las clases, no podrás seguir impartiéndolas, ya que la corporación exige disponibilidad absoluta de horario.
-Me lo esperaba. La verdad lo del sueldo no me importa mucho, lo que yo quiero es ganar experiencia laboral.
-Pues con nosotros tendrás de sobra.
-¿Nosotros? ¿Tú también trabajaras en el proyecto?
-Claro, si soy yo quién estará a cargo de él.
-Pues entonces no hay nada más que decir, claro que acepto la oferta.
-Me alegro mucho por tu decisión.
-Yo también. Estoy muy emocionada. ¿Cuándo comenzaría?
-Aún falta reclutar a varias personas más, por lo que se espera que el proyecto no parta antes del mes de marzo del próximo año.
-Excelente, eso me da tiempo de terminar el curso y buscar a alguien para que me remplace.
-Bienvenida a bordo.

Diciendo esto último Ignacio le informó a María Jesús que una persona de Más Vida se pondría en contacto con ella en los próximos días para afinar los temas de su contratación. Sin nada más que decir abandonó la oficina dejando a María Jesús pensando en lo que sería su futuro.

viernes, 13 de abril de 2007

Capítulo 1-3: Confesión

Ambos edificios habían sido construidos como parte del proyecto de Más Vida, que pretendía renovar la ciudad en miras al nuevo siglo que se avecinaba. Su idea, junto con la construcción del parque, era convertir la ciudad en una verdadera metrópolis. Las fachadas de “los gemelos” eran bastante sencillas, pero a la vez con rasgos modernos. Tenían una pared de vidrio donde estaba la amplia entrada, que prácticamente se extendía desde un lado del edificio al otro, por lo que estando afuera se podía apreciar gran parte del interior. Arriba de ésta había un gran ventanal que se elevaba muy alto y que sólo era interrumpido por el cartel que individualizaba a cada una de las construcciones. En el piso octavo se encontraba un puente que los unía, por lo que se podía circular por ambos escenarios sin tener que salir de ellos. El detalle que los hacía distintos era que el Museo Nacional de Historia contaba con un helipuerto en el techo.

No demoraron mucho en llegar hasta “los gemelos”. La conversación sobre lo que ocurriría ese día los había distraído tanto que no habían percibido el paso de los 20 minutos que toma llegar caminando desde la entrada sureste del parque hasta donde estaban.

-Me encantan estos edificios. Son tan sencillos y a su vez tan modernos –dijo María Jesús, sin quitarle los ojos de encima a los gemelos.
-Yo no les encuentro nada.
-Entonces está claro que no sabes nada a la hora de apreciar obras arquitectónicas –manifestó frunciendo un poco el ceño.
-Puede ser eso. La verdad prefiero lo que hay adentro. Todo el material disponible para la gente es lo que me sorprende.
-Eso también es cierto.

Cambiando el ceño fruncido por una sonrisa, María Jesús no dudó al preguntarle a Isvan si le gustaría visitar ambos edificios el domingo entrante –día libre de ambos-, a lo cual él respondió que le encantaría. Habiendo concertado lo que para algunos podría considerarse una cita, ambos retomaron el camino hacia el trabajo mientras conversaban, esta vez, de cosas más triviales, como las últimas noticias que habían podido leer, por lo que el resto del camino se hizo muy rápido.

Faltando cinco minutos para las 8:30 AM llegaron a Más Vida. Era un conjunto de edificaciones, todas conectadas entre si. El edificio principal, que estaba al frente del lado norte del parque, tenía veinte pisos de altura y en su mayoría eran oficinas. Al lado derecho de éste se encontraba el Departamento de Comunicaciones de la empresa. Contaba con diez pisos, en los cuales operaba tanto el estudio de televisión, la emisora de radio y prensa. Aquí era donde había estado trabajando Isvan el último tiempo. En el sector izquierdo del complejo, se podía apreciar el Departamento de Investigación de Tecnología, el cual contaba con seis pisos, y donde se había estado desarrollando el proyecto que sería revelado hoy. Por último, atrás se encontraba el Laboratorio de Pruebas, que a simple vista parecía inferior al resto por solo tener 3 pisos, pero lo que la mayoría no sabía, incluso la mayoría de la gente que trabajaba ahi, era que contaba con varios bajo tierra.

Tanto Isvan como María Jesús, a las puertas del edificio, se miraron fijamente. Ambos sabían que una vez que entraran al edificio no se volverían a ver hasta el domingo próximo como habían acordado. El tiempo pareció detenerse mientras ambos estaban quietos sin decirse nada, hasta que fue ella quien rompió el silencio.

-Fue un bonito paseo. Deberíamos hacerlo todos los días –sonreía tímidamente.
-Estoy de acuerdo, ya que así puedo disfrutar más de tu compañía.
-Yo también disfruto mucho de la tuya –ambos se ruborizaron.
-Es muy tarde, me deben estar esperando para ajustar los últimos detalles para el lanzamiento.
-Sí. Deberías apurarte –dijo Isvan un poco nervioso.
-A ti también te deben estar esperando.
-No soy tan importante. Además quiero fumar otro cigarrillo.
-Está bien, pero no te demores mucho, ya que hoy habrá mucha gente nerviosa.
-Lo sé.

Mientras Isvan sacaba un cigarrillo, María Jesús se le acercó rápidamente y sin que él lo viese venir, le dio un cálido beso en los labios, luego se apresuró a subir las escaleras y desapareció en el interior del edificio. Él sin dejar de mirar hacia el interior prendió su cigarro. Lo fumó rápidamente y entró a Más Vida.

jueves, 5 de abril de 2007

Capítulo 1-2: Caminando

Isvan solía tomar cada día el mismo camino, el cual era entrar por la puerta sureste y salir por la norte, pero desde hace dos semanas que ya no era así debido que ahora no hacía el camino solo ya que conoció a María Jesús Sarat. Al igual que él también trabajaba para Más Vida, solo que ella estaba en la parte de investigación de tecnología, y debido al régimen de trabajo que tenían casi no podían tener vida social con gente que no fuese de su área de trabajo, salvo en momentos como los que estaba compartiendo con él.

Sin darse cuenta, tanto Isvan como María Jesús cada día salían un poco más temprano y de esa forma podían pasar más tiempo juntos, por lo que el camino desde los departamentos a las instalaciones de Más Vida, que no tomaba más de 10 minutos en metro, al hacerlo a pie tardaban poco más de una hora, debido que desde que se juntaban afuera del edificio conversaban de todo tipo de cosas, ya que sabían que una vez que llegaran a trabajar no se verían hasta el día siguiente.

Extrañamente, como si hoy fuese más especial que otros días, tanto Isvan como María Jesús salieron particularmente temprano, como si supiesen que algo pasaría en el transcurso del día, por lo que necesitaban verse y hablarse lo más posible. Ambos entraban a las 8:30 am a trabajar, por lo que esa mañana se juntaron en las escaleras del edificio a las 7:15 am. Ella llegó un poco después que él, por lo que pudo fumarse un cigarrillo tranquilamente sentando mientras miraba a los autos pasar. Cuando sintió que se abría la puerta, se apresuro a apagarlo y así poder saludarla.

-¿Cómo estás? –dijo ella rompiendo el silencio que se había producido después de que se saludaron.
-Bien… Algo ansioso por lo de hoy, ¿y tú? –Sacó otro cigarrillo y lo prendió mientras la miraba.
-Yo también estoy bien, aunque un poco cansada, no pude dormir mucho.
-¿Me convidarías un cigarrillo?
-No sabía que fumaras… -dijo con asombro mientras le extendía la cajetilla de John Player Special.
-No lo hacía desde hace 2 años.

María Jesús tomó un cigarrillo de la cajetilla y lo encendió usando el Zippo de Isvan. Al principio se atoró un poco debido al humo, pero rápidamente comenzó a disfrutarlo. Ambos comenzaron a caminar lentamente por la vereda sin decir ni una palabras, simplemente los dos fumaban su cigarrillo. Cuando estuvieron frente a la entrada del parque ella se detuvo y apagó lo que le quedaba de su cigarro.

-¿Hagamos el camino largo esta vez?
-Está bien, me tiene un poco aburrido hacer siempre el mismo trayecto. ¿Por dónde nos vamos?
-¿Te parece si bordeamos el parque por afuera? Tengo ganas de ver a los gemelos.

Sin decir otra palabra ambos comenzaron a caminar bordeando el lado Este del parque. Esta vez no hubo silencio ya que Isvan empezó a platicar sobre lo que les esperaba el día de hoy, con la intención de que ella le contara alguna primicia, ya que después de todo María Jesús estaba directamente relacionada al proyecto que sería revelado ese día. Mientras él hacía todo tipo de preguntas, ella contestaba todo aquello que no revelase información y cuando las preguntas ya eran muy específicas le respondía que lo sentía, pero que por ahora no le podía contar.

Para poder llegar a Más Vida debían caminar varias cuadras, ya que el edificio estaba al frente del lado noreste del parque. Por el lado Este, cruzando la calle, estaban dos edificios importantes. El primero, de sur a norte, era el del “Museo Nacional de Historia”, mientras que el segundo era la “Biblioteca Nacional”, la cual era mundialmente reconocida debido a que se le consideraba la segunda más completa del mundo. Ambos edificios fueron construidos paralelamente por el mismo arquitecto, por lo que compartían características y fachadas muy similares, y debido a eso eran conocidos como “los gemelos”.

miércoles, 4 de abril de 2007

Capítulo 1-1: El Comienzo

Era un día importante, o por lo menos así lo pensó Isvan Demech, que hace ya cinco años que se había mudado a la capital en busca de mejores oportunidades. Tras un par de meses un poco apretados, donde sólo pudo hacer algunas publicaciones como free lance, logró ser seleccionado como miembro del exclusivo grupo de periodistas que cubriría lo que se había catalogado por la prensa, como el proyecto que cambiaría el mundo para siempre, y no podían estar más en lo correcto.

La corporación "Más Vida", que se había convertido en su segundo hogar, estaba solo a diez minutos de su departamento si usaba el metro, y a cuarenta si se hacía el trayecto a pie, ya que por políticas de la empresa los empleados debían acudir lo más rápido posible en caso de que se les necesitase.

El camino a pesar de ser corto si se usaba el metro, no se hacía rápido si se realizaba a pie, ya que se debía cruzar un gran parque, el cual era muy concurrido desde temprano hasta altas horas de la noche. A lo anterior se sumaba el hecho de que la mayoría de los trabajadores de la empresa debían hacer el mismo camino, por lo que era habitual enredarse en más de alguna conversación.

El parque era una de las obras más importantes de la ciudad. Tenía una extensión de 150.525 metros cuadrados. En el centro del parque se encontraba una gran fuente, a la que convergían los cuatro principales caminos, que mirados desde el cielo formaban una gran cruz. Otros cuatro caminos, de menor tamaño conectaban las cuatro esquinas del parque, por lo que se podía acceder a él desde distintos sectores del centro de la ciudad.

Los jardines se dividían en cuatro secciones, cuyos bordes eran los caminos principales. Cada una de éstas alojaba a uno de los cuatro templos religiosos que se podían visitar y que habían sido construidos por distintos arquitectos, pertenecientes a distintas religiones. Debido a esta conjunción obtuvo el nombre de "Oasis Sagrado". Además contaba con dos lagos artificiales en los cuales se podía navegar, una serie de campos deportivos, en los que se podía practicar fútbol, rugby, tenis y hockey.

El lado noroeste alojaba a la iglesia dedicada al dios cristiano y a su hijo Jesucristo, mientras que en el noreste se podía apreciar el santuario budista. En el sur, el lado este estaba ocupado por la mezquita erigida para Alá y a su profeta Mahoma. Por último en el lado suroeste se encontraba el templo en honor al Bahaísmo, en el la cual se podían seguir las enseñanzas de Bahá'u'lláh.