María Jesús Sarat era morena, de pelo largo y liso que casi le llegaba a la cintura, que usuálmente llevaba en forma suelta sobre la espalda. Sus ojos verdes le daban una calidez a su mirada que contrastaba con el negro de su cabello, el cual le brindaba un tono de mujer fría y calculadora. Su boca tenía labios finos y delicados que sin necesidad de lápiz labial mantenían un color rosado muy seductor.
Era una mujer que destacaba sobre las demás. Desde chica siempre fue la más alta de sus amigas y entre las más atractivas. A los dieciséis años ya alcanzaba el metro ochenta de estatura. Su cuerpo atlético y delgado se debía a que siempre había sido dedicada al deporte, lo que había permitido que se consagrara campeona interescolar de atletismo, lo cual la llevaría a participar en ese deporte en la universidad, logrando sendos trofeos. Todo este ejercicio le había entregado unas piernas largas y fuertes, pero que no le habían quitado la sensualidad femenina, ya que ella siempre se cuido de mantenerse muy femenina.
A pesar de ser muy dedicada al deporte, jamás descuidó sus estudios ya que al tener que vivir con sus abuelos desde los diez años, debido a que un accidente automovilístico mató a sus padres, fueron ellos quienes asumieron los gastos de su educación. Esto le remarcó profundamente lo que significaba ser responsable, por lo que siempre procuró estar entre los tres primeros alumnos en lo que a notas se refería.
Su pasión en los estudios siempre fueron las matemáticas y la computación, que la llevaron a estudiar, en la universidad, Ingeniería Civil Industrial, para luego especializarla en Informática. Desde el primer año sus capacidades se hicieron notar, ya que era la más buscada por sus compañeros a la hora de hacer trabajos en grupos, esto debido a sus dotes de liderazgo y gran inteligencia. Rápidamente se convirtió en la favorita de varios profesores, lo cual le trajo grandes beneficios, siendo el más importante que en tercer año era ayudante en tres asignaturas.
Sus estudios terminaron de forma brillante, recibiendo una distinción por parte del staff docente de la universidad. Pero su sed de conocimientos no se había saciado, es por ello que cursó un postítulo en Gestión Informática, el cual duró un año. Con la edad de veinticuatro años, un título universitario y un postítulo, se encontraba preparada para iniciarse en el mundo laboral, pero una oferta por parte de un profesor para que lo remplazase impartiendo la cátedra de Tecnología de Hardware, le hizo volver a la universidad, pero esta vez no como alumna, sino como una más del cuerpo docente.
Lo que en un principio iba a ser un simple reemplazo por un par de meses, se alargó de tal forma que María Jesús llevaba casi dos años impartiendo la cátedra, debido a que el profesor al que debía reemplazar comenzó a trabajar en una gran corporación, que más tarde sería conocida como “Más Vida”.
Un día del mes de noviembre mientras impartía su clase, fue interrumpida por Ignacio Méndez, que no era otro que su antiguo profesor de Tecnología de Hardware, para charlar sobre su experiencia como docente y sobre una propuesta laboral que quería hacerle. María Jesús muy respetuosamente le pidió que aguardase hasta que terminase la clase. Una vez terminada, ambos se juntaron en la oficina de ella para discutir la oferta que traía su antiguo profesor.
-¿Cómo te ha tratado la universidad durante este tiempo? –preguntó el ex profesor.
-Muy bien. Estos dos años han sido increíbles.
-Cuanto me alegro. ¿Cuáles son tus planes para el año que viene?
-Aún no lo se, quizás siga haciendo clases, aunque tengo ganas de trabajar.
-Precisamente de eso venía a hablarte. Te tengo una oferta de trabajo muy interesante.
-Soy toda oídos.
Al ver la buena disposición que tenía María Jesús, Ignacio fue directo al grano y le explicó que la compañía para la cual trabaja él, estaba buscando jóvenes talentos de todas las universidades para incorporarlos al último proyecto que estaba en carpeta, el cual prometía revolucionar al mundo. Y que en su búsqueda no puedo pensar en nadie mejor que ella, ya que contaba con credenciales más que suficientes.
-Ya veo. Suena muy interesante.
-Y de verdad lo es, además que Más Vida te entregaría un departamento muy cerca de las instalaciones.
-¿Qué hay del sueldo? ¿Podré seguir haciendo clases?
-El sueldo lo verías directamente con ellos, pero yo te aseguro que es más que generoso. En cuanto a las clases, no podrás seguir impartiéndolas, ya que la corporación exige disponibilidad absoluta de horario.
-Me lo esperaba. La verdad lo del sueldo no me importa mucho, lo que yo quiero es ganar experiencia laboral.
-Pues con nosotros tendrás de sobra.
-¿Nosotros? ¿Tú también trabajaras en el proyecto?
-Claro, si soy yo quién estará a cargo de él.
-Pues entonces no hay nada más que decir, claro que acepto la oferta.
-Me alegro mucho por tu decisión.
-Yo también. Estoy muy emocionada. ¿Cuándo comenzaría?
-Aún falta reclutar a varias personas más, por lo que se espera que el proyecto no parta antes del mes de marzo del próximo año.
-Excelente, eso me da tiempo de terminar el curso y buscar a alguien para que me remplace.
-Bienvenida a bordo.
Diciendo esto último Ignacio le informó a María Jesús que una persona de Más Vida se pondría en contacto con ella en los próximos días para afinar los temas de su contratación. Sin nada más que decir abandonó la oficina dejando a María Jesús pensando en lo que sería su futuro.
Era una mujer que destacaba sobre las demás. Desde chica siempre fue la más alta de sus amigas y entre las más atractivas. A los dieciséis años ya alcanzaba el metro ochenta de estatura. Su cuerpo atlético y delgado se debía a que siempre había sido dedicada al deporte, lo que había permitido que se consagrara campeona interescolar de atletismo, lo cual la llevaría a participar en ese deporte en la universidad, logrando sendos trofeos. Todo este ejercicio le había entregado unas piernas largas y fuertes, pero que no le habían quitado la sensualidad femenina, ya que ella siempre se cuido de mantenerse muy femenina.
A pesar de ser muy dedicada al deporte, jamás descuidó sus estudios ya que al tener que vivir con sus abuelos desde los diez años, debido a que un accidente automovilístico mató a sus padres, fueron ellos quienes asumieron los gastos de su educación. Esto le remarcó profundamente lo que significaba ser responsable, por lo que siempre procuró estar entre los tres primeros alumnos en lo que a notas se refería.
Su pasión en los estudios siempre fueron las matemáticas y la computación, que la llevaron a estudiar, en la universidad, Ingeniería Civil Industrial, para luego especializarla en Informática. Desde el primer año sus capacidades se hicieron notar, ya que era la más buscada por sus compañeros a la hora de hacer trabajos en grupos, esto debido a sus dotes de liderazgo y gran inteligencia. Rápidamente se convirtió en la favorita de varios profesores, lo cual le trajo grandes beneficios, siendo el más importante que en tercer año era ayudante en tres asignaturas.
Sus estudios terminaron de forma brillante, recibiendo una distinción por parte del staff docente de la universidad. Pero su sed de conocimientos no se había saciado, es por ello que cursó un postítulo en Gestión Informática, el cual duró un año. Con la edad de veinticuatro años, un título universitario y un postítulo, se encontraba preparada para iniciarse en el mundo laboral, pero una oferta por parte de un profesor para que lo remplazase impartiendo la cátedra de Tecnología de Hardware, le hizo volver a la universidad, pero esta vez no como alumna, sino como una más del cuerpo docente.
Lo que en un principio iba a ser un simple reemplazo por un par de meses, se alargó de tal forma que María Jesús llevaba casi dos años impartiendo la cátedra, debido a que el profesor al que debía reemplazar comenzó a trabajar en una gran corporación, que más tarde sería conocida como “Más Vida”.
Un día del mes de noviembre mientras impartía su clase, fue interrumpida por Ignacio Méndez, que no era otro que su antiguo profesor de Tecnología de Hardware, para charlar sobre su experiencia como docente y sobre una propuesta laboral que quería hacerle. María Jesús muy respetuosamente le pidió que aguardase hasta que terminase la clase. Una vez terminada, ambos se juntaron en la oficina de ella para discutir la oferta que traía su antiguo profesor.
-¿Cómo te ha tratado la universidad durante este tiempo? –preguntó el ex profesor.
-Muy bien. Estos dos años han sido increíbles.
-Cuanto me alegro. ¿Cuáles son tus planes para el año que viene?
-Aún no lo se, quizás siga haciendo clases, aunque tengo ganas de trabajar.
-Precisamente de eso venía a hablarte. Te tengo una oferta de trabajo muy interesante.
-Soy toda oídos.
Al ver la buena disposición que tenía María Jesús, Ignacio fue directo al grano y le explicó que la compañía para la cual trabaja él, estaba buscando jóvenes talentos de todas las universidades para incorporarlos al último proyecto que estaba en carpeta, el cual prometía revolucionar al mundo. Y que en su búsqueda no puedo pensar en nadie mejor que ella, ya que contaba con credenciales más que suficientes.
-Ya veo. Suena muy interesante.
-Y de verdad lo es, además que Más Vida te entregaría un departamento muy cerca de las instalaciones.
-¿Qué hay del sueldo? ¿Podré seguir haciendo clases?
-El sueldo lo verías directamente con ellos, pero yo te aseguro que es más que generoso. En cuanto a las clases, no podrás seguir impartiéndolas, ya que la corporación exige disponibilidad absoluta de horario.
-Me lo esperaba. La verdad lo del sueldo no me importa mucho, lo que yo quiero es ganar experiencia laboral.
-Pues con nosotros tendrás de sobra.
-¿Nosotros? ¿Tú también trabajaras en el proyecto?
-Claro, si soy yo quién estará a cargo de él.
-Pues entonces no hay nada más que decir, claro que acepto la oferta.
-Me alegro mucho por tu decisión.
-Yo también. Estoy muy emocionada. ¿Cuándo comenzaría?
-Aún falta reclutar a varias personas más, por lo que se espera que el proyecto no parta antes del mes de marzo del próximo año.
-Excelente, eso me da tiempo de terminar el curso y buscar a alguien para que me remplace.
-Bienvenida a bordo.
Diciendo esto último Ignacio le informó a María Jesús que una persona de Más Vida se pondría en contacto con ella en los próximos días para afinar los temas de su contratación. Sin nada más que decir abandonó la oficina dejando a María Jesús pensando en lo que sería su futuro.